Mueren niños indígenas mientras la crisis sanitaria se acentúa
24 marzo 2006
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Desde que la fundación nacional sanitaria del Gobierno brasieño, FUNASA, asumió la asistencia sanitaria indígena de manos de las organizaciones no gubernamentales el año pasado, las organizaciones indígenas informan de que las enfermedades se están extendiendo sin control.
La Comisión Pro-yanomami (CCPY) informa de que la malaria entre los yanomami se cuadruplicó del 2003 (418 casos) al 2005 (1.645 casos). Esto a pesar de que FUNASA haya gastado el doble de dinero en proporcionar asistencia sanitaria en el área yanomami que Urihi, la organización que reemplazó. Los equipos sanitarios se han negado a proporcionar asistencia sanitaria hasta que reciban su sueldo, dejando como única salida a los representantes yanomami el organizar protestas fuera de la oficina local de FUNASA. La malaria ha sido la mayor causa de muerte entre los yanomami desde que fue introducida en el área por la invasión de buscadores de oro en los 80.
En una carta abierta, siete organizaciones indígenas de los estados de Amapá y Pará del norte han expresado su indignación porque FUNASA ya no quiera trabajar con ellas para proporcionar asistencia sanitaria a los pueblos indígenas. "Queremos participar activamente y tener un control estricto de la asistencia sanitaria en nuestras áreas indígenas, porque conocemos nuestra realidad y las necesidades de las comunidades a las que representamos… No aceptamos que una organización no indígena y no indigenista… sin experiencia de trabajar a nivel sanitario con los pueblos indígenas, pueda asumir la asistencia sanitaria indígena".
El Consejo Indigenista Misionero (CIMI) informa de que los niños indígenas está muriendo a consecuencia de la incapacidad de FUNASA para proporcionar asistencia sanitaria adecuada. En el estado de Tocantins, quince niños indígenas apinajé han muerto en los últimos cinco meses de diarrea, vómitos y fiebre. El año pasado en Mato Grosso do Sul docenas de niños guaraní-kaiowá murieron de desnutrición. En el estado de Acre, diez niños kaxinawá murieron por diarrea. Desde 2005, veinte niños indígenas del poblado Bananal en el estado de Maranhão han muerto por diarrea y desnutrición.
CIMI culpa a la "privatización de la sanidad, iniciada por el anterior Gobierno y continuada por el presente Gobierno, con la dificultad añadida de que, bajo el presente Gobierno, en todos los estados, se alcanzaron acuerdos políticos con oligarquías locales, las cuales se oponen históricamente a los intereses y derechos de los pueblos indígenas".