Violación masiva de los derechos de los bosquimanos

12 septiembre 2005

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12 SEPTIEMBRE. ATENCIÓN PRENSA: POLICÍAS Y FUNCIONARIOS ARMADOS HAN ENTRADO EN LA RESERVA Y LES HAN DADO A LOS BOSQUIMANOS DIEZ DÍAS PARA ABANDONARLA. NUESTRAS FUENTES INFORMAN DE QUE ALGUNOS BOSQUIMANOS HAN HUIDO Y ESTÁN EN PARADERO DESCONOCIDO.

Los bosquimanos se enfrentan a una nueva y grave oleada de agresiones a sus derechos desde que se reanudó su juicio de ya tres años de duración contra el Gobierno por haberles expulsado de sus tierras ancestrales en el Kalahari Central. Aunque el juicio aún está en marcha, las autoridades han lanzado una campaña de endurecimiento de las medidas, con el claro propósito de terminar con el modo de vida bosquimano gana y gwi y de destruirles como pueblos distintos.

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1) El Gobierno anunció la semana pasada que está colocando vigilantes alrededor de su tierra en la Reserva de Caza del Kalahari Central para bloquear el área e impedir a los bosquimanos la entrada a la misma.

2) Más bosquimanos han sido arrestados por cazar. Xhatshoe Xhose, Maiteko Digotlhong y Gothata Digotlhong fueron arrestados el pasado 2 de agosto.

3) El Departamento de Medio Ambiente ha denegado el acceso a la Reserva a los abogados de los bosquimanos para consultar a sus clientes, ello a pesar de que el Tribunal Superior les pidió expresamente a los abogados que lo hicieran.

4) Las autoridades a cargo de las radios se han negado a renovarles las licencias de uso de las mismas a los bosquimanos de la Reserva que estaban utilizando transmisores comunitarios para ponerse en contacto unos con otros.

5) Los funcionarios han llegado a impedir a la propia organización de los bosquimanos, Primeros Pueblos del Kalahari, hablar con los bosquimanos que están en la reserva.

6) El Gobierno está a punto de cambiar la Constitución para eliminar la única protección existente para los bosquimanos.

Todo ello constituye una de las agresiones más graves a los derechos de los bosquimanos desde su expulsión en 2002.

Selelo Tshiamo, uno de los varios bosquimanos que fueron salvajemente torturados por funcionarios el pasado junio, murió a comienzos de este mes. Había sido golpeado repetidas veces en el pecho hasta el punto de echar sangre al toser. Su dolor de pecho fue incrementando hasta que finalmente sucumbió a sus heridas.



Investigaciones recientes muestran que los bosquimanos de los campos de reasentamiento forzoso han comenzado a morir a consecuencia de haber contraido SIDA. Al menos 37 bosquimanos se han contagiado ya en sólo en uno de los campos de reasentamiento. El alcoholismo y la prostitución comienzan a estar fuera de control.

El ataque por parte del Gobierno coincide con la descripción por parte de De Beers de estos abusos como "debate" sobre "modelos de desarrollo sostenible". La empresa ha puesto en manos del antropólogo de la Universidad de Cambridge James Suzman la legitimización de dicha postura.

Mientras tanto, el Museo de Historia Natural de Londres continúa con su exposición "Diamantes" patrocinada por De Beers, rechazando la petición de los bosquimanos de que se mencione el conflicto en Botsuana.

Las repetidas alegaciones de De Beers – de que no hay relación alguna entre las expulsiones y los diamantes – fueron socavadas la semana pasada ante los tribunales por el testigo del Gobierno Akolang Tombale del Ministerio de Minerales. Al ser interrogado por el abogado de la acusación admitió que se solicitaron más de 30 permisos de exploración, los cuales cubren casi toda la reserva bosquimana, solamente unos días después del "reasentamiento" de los bosquimanos en 2002, cuando el director de De Beers en Botsuana elogió públicamente las expulsiones. La empresa, que ha emprendido amenazas legales contra Survival, ha descrito el trabajo de la ONG como "cínico" y "deshonesto"; los funcionarios del Gobierno han llamado a Survival "organización terrorista" y ha amenazado a sus investigadores.

Los extranjeros en Botsuana que llaman la atención sobre la opresión de los bosquimanos podrían enfrentarse a la expulsión. El recurso legal del académico Good de la Universidad de Botsuana contra su deportación fue rechazado el mes pasado, y un periodista de Zimbabue ha sido expulsado por hacer un reportaje sobre los bosquimanos.

Tanto el Gobierno británico como los miembros del Partido Liberal Demócrata recientemente proclamados nobles, lord Jones y la baronesa Tonge continúan respaldando las expulsiones, basándose en modelos de "desarrollo" colonialistas propios del siglo XIX. Tres celebridades del mundo de la moda, por otro lado, han declarado a favor de los bosquimanos: Imán dejó de trabajar como imagen de De Beers; Erin O'Connor dijo: "Me pondría firme, y diría que no" a De Beers; y el mes pasado la joven modelo Lily Cole anunció que no volvería a trabajar para la empresa.

Otra noticia favorable de esta semana es que el empleado sudafricano para el desarrollo local, Elijah Molahlehi, ha estrenado su primera obra en el teatro Oppenheimer de Welkom (Sudáfrica). Titulada "Sobrevivir en el desierto", la obra  retrata las expulsiones en el contexto del profundo vínculo espiritual de los bosquimanos con las tierras donde han vivido durante decenas de cientos de años. El teatro debe su nombre al abuelo del presidente de De Beers, Nicky Oppenheimer, y la ironía de esto no le ha pasado desapercibida al entusiasta público africano. La obra ya ha atraído la atención de la dramaturga Charlotte Jones, autora de la exitosa adaptación de "La mujer de blanco", que elogió este empleo del teatro para llamar la atención sobre la deprivación de los bosquimanos.

El veterano presentador de informativos y escritor Sandy Gall, que fue testigo de las anteriores expulsiones en 1998, critica a De Beers por no intervenir a favor de los bosquimanos y pide un boicot al turismo con destino Botsuana: "Los últimos bosquimanos cazadores del mundo están al borde de la destrucción, sólo el apoyo internacional puede salvarles. Los amigos de Botsuana en el Parlamento británico no quieren ayudarles, ni la Unión Europea ni la ONU. Si la gente de a pie no hace escuchar su voz será demasiado tarde y nuestro mundo del siglo XXI añadirá a los bosquimanos gana y gwi a la larga lista de pueblos indígenas destruidos por el racismo y la avaricia. ¿Acaso no hemos aprendido nada? ¿Acaso vamos a permitir de verdad que otro gobierno extermine a sus pueblos tribales?"

Survival International, que tiene una larga historia de mantener campañas durante varias décadas, ha dejado claro que apoyará boicots al turismo en Botsuana y contra De Beers hasta que los bosquimanos recuperen su tierra. Gloria Steinem participó en la manifestación delante de la nueva tienda de De Beers en Nueva York en junio, y Julie Christie habló en el acto de protesta en el Museo de Historia Natural de Londres el mes siguiente. Survival está lanzando una web de "Boicot a De Beers", y también va a lanzar una línea de productos con este mensaje. Unas 250.000 personas suscribieron la recogida de firmas de apoyo a los bosquimanos y muchos han dado apoyo reiterado a la campaña.

El director de Survival, Stephen Corry, declaraba hoy: "La trágica destrucción de los bosquimanos gana y gwi toca las raíces mismas de la humanidad y afecta no sólo a todos los seres humanos que están vivos hoy, sino también a las generaciones que aún no han nacido. Los bosquimanos gana y gwi se llaman a sí mismos ‘primeros pueblos del Kalahari', pero podrían igualmente decir: ‘primeros pueblos del mundo'. Han estado aquí más tiempo que ninguno de nosotros. Son los últimos supervivientes de los primeros humanos modernos del mundo. El Gobierno de Botsuana no tiene derecho a eliminarlos de la historia, con nada más que una directiva presidencial cruel y arbitraria a favor simplemente de más riqueza para la élite del país; y por supuesto para los dueños multimillonarios de De Beers. Lucharemos por el derecho de los bosquimanos a sobrevivir todo el tiempo que haga falta. Si pierden, entonces nos aseguraremos de que los crímenes de los que han sido víctimas no queden impunes, sino escritos con mayúsculas en la historia. Los gobiernos del siglo XXI ya no pueden destruir tribus indígenas con impunidad".

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