El Gobierno toma duras medidas contra los bosquimanos
22 agosto 2005
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El Gobierno de Botsuana ha lanzado una campaña de endurecimiento de las medidas contra los bosquimanos del Kalahari Central, con el propósito de destruir su modo de vida. Las medidas no respetan el juicio, que acaba de ser retomado, y dura ya tres años, emprendido por los bosquimanos contra el Gobierno por expulsarles de sus tierras ancestrales en la Reserva de Caza del Kalahari Central.
El Gobierno ha anunciado que está colocando guardas alrededor de la Reserva de Caza del Kalahari Central para bloquear el area e impedir a los bosquimanos la entrada.
Más bosquimanos han sido arrestados este mes por cazar para alimentar a sus familias.
A los abogados de los bosquimanos se les ha denegado el acceso a la Reserva para consultar a sus clientes.
Las autoridades a cargo de las radios se han negado a renovar las licencias de uso de las mismas a los bosquimanos de la Reserva que estaban utilizando transmisores comunitarios para ponerse en contacto unos con otros.
Los funcionarios han llegado a impedir a la propia organización de los bosquimanos, Primeros Pueblos del Kalahari, hablar con los bosquimanos que están en la Reserva.
El Gobierno está a punto de cambiar la Constitución para eliminar la única protección existente para los bosquimanos.
Selelo Tshiamo, uno de los varios bosquimanos que fueron salvajemente torturados por funcionarios el pasado junio, murió a comienzos de este mes. Había sido golpeado repetidas veces en el pecho hasta el punto de echar sangre al toser. Su dolor de pecho fue incrementando hasta que finalmente sucumbió a sus heridas.
Todo ello constituye una de las agresiones más graves a los derechos de los bosquimanos desde su expulsión en 2002.
Investigaciones recientes muestran que los bosquimanos de los campos de reasentamiento forzoso han comenzado a morir a consecuencia de haber contraido SIDA. Al menos 37 bosquimanos se han contagiado ya en sólo en uno de los campos de reasentamiento. El alcoholismo y la prostitución comienzan a estar fuera de control.
El veterano presentador de informativos y escritor Sandy Gall, que fue testigo de las anteriores expulsiones en 1998, critica a De Beers por no intervenir a favor de los bosquimanos y pide un boicot al turismo con destino Botsuana: "Los últimos bosquimanos cazadores del mundo están al borde de la destrucción, sólo el apoyo internacional puede salvarles. Los amigos de Botsuana en el Parlamento británico no quieren ayudarles, ni la Unión Europea ni la ONU. Si la gente de a pie no hace escuchar su voz será demasiado tarde y nuestro mundo del siglo XXI añadirá a los bosquimanos gana y gwi a la larga lista de pueblos indígenas destruidos por el racismo y la avaricia. ¿Acaso no hemos aprendido nada? ¿Acaso vamos a permitir de verdad que otro gobierno extermine a sus pueblos tribales?"