El terriotorio mursi, amenazado por el Gobierno

8 agosto 2005

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Los mursi se enfrentan a la amenaza de ver denegado su acceso a la tierra de la que dependen para la agricultura y para el pasto de ganado en los Parques Nacionales de Omo y Mago, en el sur de Etiopía. A pesar de que los límites de estos parques se establecieron hace 30 años, el Gobierno etíope ha comenzado ahora a tomar medidas de urgencia para delimitarlos legalmente. Esta medida es posterior al acuerdo con la Fundación de Parques Africanos, una organización no gubernamental privada con sede en Holanda, que asumirá el control del Parque Nacional de Omo a finales de este año.

Estos parques, que ocupan más de 6000 km2 albergan aproximadamente 20.000 tribus, la mayoría de las cuales son mursi. Esta tribu se conoce sobre todo por los platos que sus mujeres llevan en los labios.

"Ahora [el Gobierno] quiere quitarnos esta tierra sin nuestro permiso", dijo Ulikoro, un miembro de la tribu de los mursi en un mensaje en el que solicitaba la ayuda de fuentes externas. "No podemos hacer nada si el Parque Nacional se queda estas tierras. Quizá el Gobierno venga a dispararnos".

Segun Ulikoro, funcionarios del Gobierno comunicaron a los mursi el pasado mes de marzo que deberían "irse a vivir al área de Maganto y llevar a su ganado consigo". El Gobierno afirmó también que "cuatro pozos en el río Elma servirian para proporcionar toda el agua necesaria".

Si esto sucede, los mursi serán confinados a una pequeña parte de su territorio que se encuentra fuera de los límites del parque. Esto afectaría seriamente a su economía actual, una mezcla seminómada de cría de ganado, cultivo en las orillas del río Omo y cultivo en los bosques siguiendo las principales lluvias. Se dice que se realizarán cuatro perforaciones (los cuatro "pozos" a los que se refería Ulikoro) en el área de Maganto para abastecerla de agua mientras se preparan asentamientos permanentes. Pero esto privaría a los mursi de su tierra cultivable mas fértil, a lo largo de la ribera del río Omo. Asimismo, afectaría a su economía pastoral, ya que les privaría de sus principales áreas de pasto en la estación seca. El ganado es un recurso vital para los mursi, no solamente como fuente de leche y carne, sino también porque pueden usarlo como moneda de cambio como para conseguir trigo en las montañas en épocas de escasez de cultivo.

Como consecuencia del cambio en su estilo de vida, los mursi se convertirían en un pueblo dependiente de la ayuda alimentaria. La concentración de ganado alrededor de las perforaciones daría lugar inmediatamente a una zona de gran sequía, como ya ha sucedido en otras partes de África. Este sería el irónico resultado de la intervención de una organización para la "conservación".

Según various hombres mursi, funcionarios del Parque de Mago les comunicaron en marzo que tendrían que abandonar una de las comunidades del río Mago llamada Kon Ba, o de lo contrario habría un "gran fuego en la comunidad". El guarda del Parque Nacional de Mago dijo el pasado mes de marzo que la Fundación de Parques Africanos no sólo quería que las poblaciones locales se marcharan de los parques de Omo y Mago, sino que además estaba planeando instalar una valla eléctrica para proteger el parque de ocupantes ilegales y cazadores furtivos. Posteriormente, la Fundación denegó estas afirmaciones.

La Fundación de Parques Africanos, que gestiona parques nacionales en Zambia, Sudáfrica, Malawi y el parque Nech Sar, en Etiopía, recibe dinero, entre otros, de la Fundación Walton (la familia que se encuentra detras de la firma Wal-mart) y el Departamento de Estado de los Estados Unidos.

Además, el área que rodea los parques de Omo y Mago es un área densamente poblada por diversas tribus armadas cuya tensa relación a menudo desemboca en conflictos. "El Gobierno etíope debería preocuparse por la posibilidad de más violencia si continúa con su aparente política de expulsión en el área de Omo y Mago", dijo David Turton, un antropólogo británico con más de 30 años de experiencia trabajando con los mursi. Cualquier intento de invasión en el territorio Mursi aumentará la presión actual de los recursos en la zona sur del Omo.

Hasta ahora, ni el Gobierno etíope ni la Fundación de Parques Africanos han mostrado signos de preocupación al respecto. Según el informe de un testigo presencial, funcionarios de Awassa, la capital del estado regional sur, organizaron una "celebración" en marzo del presente año en las oficinas centrales del parque de Omo para establecer los nuevos límites del parque, preparando su ratificación legal.  A medida que fluía la cerveza, a supuestos representantes de los mursi se les pidió que "aceptaran" los límites en nombre de toda la tribu, haciéndoles firmar con sus huellas en documentos que ellos no podían leer.

La Fundación de Parques Africanos asumió el control del Parque Nacional de Nech Sar, también en el Sur de Etiopía, en febrero de 2005, firmando un acuerdo con el Gobierno etíope en febrero de 2004. En noviembre de 2004, 463 casas guji situadas dentro de los límites del parque fueron quemadas por oficiales del parque y por la policía local. De acuerdo con un informe de Refugiados Internacionales esta medida se llevó a cabo para forzar a los residentes guji a abandonar el Parque.

"Normalmente oímos noticias en la radio incluso cuando delincuentes queman una sola casa. Oímos diferentes tipos de delitos. En nuestro caso perdimos 463 casas, pero no se informó en absoluto", dijo un indígena guji.

Según en informe anual de 2004 de la Fundación de Parques Africanos, el "reasentamiento de los pueblos kore y guji era un asunto interno de los Gobiernos federal y Regional, y Parques Africanos no desempeña ningún papel en este asunto".

Refugiados Internacionales dijo que algunos guji, incluidos aquellos cuyas casas fueron quemadas, han sido reasentados en el sur del parque, junto a los kore. Más de 5.000 guji permanecen confinados en el extremo norte del parque. Los guji dicen que los oficiales del Parque Nech Sar les comunicaron que si no se marchaban voluntariamente serían obligados a hacerlo y que una vez se hubieran ido, instalarían una valla eléctrica en el parque.

Paul Van Vlissingen, un millonario holandés que fundó Parques Africanos, ha asegurado que su compañía no tiene intención de forzar a la gente a abandonar los parques de Omo y Mago y se ha despegado de los intentos de expulsión del Gobierno del Parque Nech Sar.

"Parques Africanos nunca ha estado y nunca estará implicado en cuestiones políticas, tales como el reasentamiento de pueblos", dijo, después de que Refugiados Internacionales diera a conocer los incendios de las casas en el Parque Nacional de Nech Sar.

Survival ha escrito a las autoridades etíopes expresando su preocupación y instándoles a la defensa de los derechos territoriales de los mursi.

Por Will Hurd

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