Protestas marcan los primeros Juegos Mundiales de los Pueblos Indígenas

3 noviembre 2015

Indígenas de Brasil protestan contra los polémicos planes para debilitar sus derechos territoriales. © Agência Brasil

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Cientos de indígenas brasileños protestaron la semana pasada durante los primeros Juegos Mundiales de los Pueblos Indígenas que se desarrollan en la Amazonia brasileña.

Los manifestantes exigieron la detención de los planes para debilitar sus derechos territoriales. Advirtieron que de aprobarse acarrearán un desastre para las tribus a escala nacional.

El poderoso grupo de presión del agronegocio en Brasil está impulsando una serie de propuestas que podrían abrir las tierras indígenas a proyectos industriales y evitar el reconocimiento de nuevos territorios. Los pueblos indígenas dependen de su tierra para sobrevivir.

Una comisión parlamentaria dió luz verde hace unos días a una de estas propuestas, la conocida como PEC215, que se encuentra ahora un paso más cerca de ser aprobada. Esta enmienda constitucional otorgaría poder al Congreso de Brasil (altamente influenciado por el lobby agroganadero) para decidir sobre el reconocimiento de territorios indígenas.

Por todo el mundo, simpatizantes de Survival presionan para poner fin a estos polémicos planes.

Para los guaraníes son medidas particularmente peligrosas ya que casi toda su tierra ha sido robada para dejar paso a haciendas y plantaciones, desplazándolos a reservas y a campamentos en los bordes de las carreteras en condiciones de hacinamiento. Los guaraníes registran una de las tasas de suicidio más altas del mundo.

Narube Werreria, una mujer indígena karaja, declaró durante la protesta: “Cuando nosotros estábamos aquí en los juegos, ellos estaban allá en el Congreso confabulando para robar nuestras tierras. Pronto no habrá más pueblos indígenas, ni más selva, ni más animales”.

La presidenta Dilma Rousseff fue abucheada durante la ceremonia de inauguración. También recibió abucheos la polémica ministra de Agricultura, Katia Abreu, apodada “la reina de la motosierra”, por su oposición a los derechos territoriales de los indígenas.

Cerca de 2.000 indígenas de más de veinte países participan en los juegos, entre ellos mujeres sakhas de Siberia, maoríes de Nueva Zelanda, kembatas de Etiopía y varios pueblos indígenas de América del Norte y del Sur.

El juego de tirar la cuerda fue uno de los deportes jugados en el torneo © Agência Brasil

Carlos Terena, del Comité Intertribal, uno de los organizadores de los juegos, dijo que con ellos se aspira a fortalecer la cultura de los pueblos indígenas alrededor del mundo.

Para muchos participantes los juegos son una oportunidad de demostrar sus proezas en arquería, el juego de tirar de la cuerda, lanzamiento de lanzas, piragüismo, fútbol indígena, lucha y la “corrida de tora”, disciplina en la que los atletas corren con troncos de 120 kg sobre sus espaldas.

Pero los indígenas krahos y apinajes de Brasil boicotearon los juegos. “No podemos aceptar la participación en un evento de carácter mediático y sensacionalista que tiene por finalidad usar la imagen de los pueblos indígenas para distorsionar los hechos y mentir al exterior ocultando la verdadera realidad y el sufrimiento de los pueblos indígenas de Brasil”, explicaron.

Otros objetaron la cuantiosa cantidad de dinero gastada; cerca de 41 millones de US $. Antonio Apinaje señaló que este dinero “pudo haber sido invertido en salud, en la demarcación de tierras indígenas y en la protección de territorios, muchos de los cuales están invadidos.”

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