Un brote de malaria podría afectar a indígenas aislados

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Las vidas de los indígenas aislados que viven cerca de las presas del río Madeira en la Amazonia brasileña se encuentran en grave peligro debido a un brote de malaria en la zona.

Las nuevas cifras que han sido publicadas por la oficina de un alcalde muestran que el número de casos de malaria en un área alrededor de la presa de Jirau, que forma parte del proyecto hidroeléctrico del Madeira, se han triplicado desde que comenzó la construcción de la presa.

La malaria podría ser mortal para los indígenas aislados y podría llevar a muchos de ellos a la muerte, como ha ocurrido en el pasado.

A finales de los años 80 los brotes de malaria causaron la muerte del 20% de los indígenas yanomami de Brasil en un periodo de siete años.

Hay al menos cuatro grupos indígenas no contactados en la zona donde están proyectadas las presas. A dos de ellos se los conoce como mujica nava y jacareuba / katawixi.

Una expedición de FUNAI, el departamento de asuntos indígenas del Gobierno de Brasil, y la ONG Kanindé reveló que hay indígenas no contactados que viven en un radio de entre 10 y 30 kilómetros de la presa de Jirau.

Las epidemias de malaria también amenazan con destrozar las vidas de los muchos pueblos indígenas ya contactados de la zona.

Las presas, que se encuentran en construcción, están causando enormes daños a la selva, de la que los indígenas dependen para su supervivencia.

Almir Surui, del pueblo indígena surui, ha hecho un llamamiento para que se suspenda la construcción de las presas. El mes pasado viajó a Europa para protestar contra el proyecto y dijo: “Las presas están poniendo en peligro las vidas de los indígenas aislados… Me pregunto cómo se siente el Gobierno brasileño; ¿cómo pueden promover proyectos que podrían llevar a un pueblo a la extinción?”.