Ridícula sentencia para los soldados que torturaron a papúes
24 enero 2011
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Los tres soldados indonesios que fueron grabados en vídeo mientras torturaban a indígenas papúes en mayo del año pasado fueron sentenciados el lunes a pasar entre ocho y diez meses de prisión. Las organizaciones de derechos humanos han condenado las reducidas sentencias dictaminadas por el tribunal militar a puerta cerrada, y aluden a este hecho como una prueba de que el ejército indonesio no se toma en serio mejorar su historial en materia de derechos humanos.
El impactante vídeo fue difundido por Survival y otros a través de Internet el pasado mes de octubre. En él se veía a un hombre anciano desnudo, con una bolsa de plástico en la cabeza, y un palo ardiendo en los genitales. También se ve cómo amenazan a otro hombre poniéndole un cuchillo en el cuello.
A pesar de la tortura que se muestra en el vídeo, los soldados han sido declarados culpables únicamente de desobedecer órdenes. Los fiscales militares dijeron que no había suficientes pruebas como para acusarlos de tortura o agresión porque las víctimas no se presentaron como testigos.
Las víctimas tenían demasiado miedo a testificar ante el tribunal por temor a represalias de los militares. Tuanliwor Kiwo, el hombre que aparece en el vídeo mientras los soldados queman sus genitales, describió con detalle la terrible experiencia que duró dos días. Dijo que lo pegaron y asfixiaron repetidamente, y que lo quemaron con metales ardiendo y cigarrillos. Luego cubrieron su cuerpo con chile, cebollas, detergente y sal, que extendieron sobre sus heridas. Convencido de que lo matarían si se quedaba, logró escapar al tercer día.
El presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, ha causado aún más indignación entre los papúes al calificar la tortura que se muestra en el vídeo como “un incidente menor”.
El director de Survival, Stephen Corry, ha declarado hoy: “Estas ridículas sentencias son como una patada en el estómago para el pueblo de Papúa que ha sufrido tanto a manos de los soldados indonesios. La impunidad con la que los soldados indonesios pueden asesinar y torturar a papúes inocentes debe terminar”.
