Histórica vista en el Congreso de EEUU sobre abusos de derechos humanos en Papúa
4 octubre 2010
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La semana pasada el Congreso de Estados Unidos celebró una vista abierta para escuchar los testimonios de papúes y académicos sobre las violaciones de derechos humanos en Papúa Occidental. La vista, organizada por el Subcomité de Asia, el Pacífico y el Medio Ambiente Global, tenía como título “Crímenes contra la humanidad: ¿cuándo se le exigirán responsabilidades al ejército de Indonesia por sus abusos deliberados y sistemáticos en Papúa Occidental?”.
Ha sido la primera vez que los papúes han podido hablar en el Congreso de EEUU sobre los horrores que han sufrido a manos del ejército indonesio. El papú Henkie Rumbewas habló sobre cómo el arresto de su padre, la desaparición de dos de sus tíos y el asesinato de un primo por los soldados indonesios le convencieron para denunciar los abusos de derechos humanos y la represión política en Papúa.
El antropólogo y experto en Papúa Occidental Eben Kirksey declaró en la vista que se encontraba en la isla papú de Biak en 1998 cuando tuvo lugar una masacre.
Desde su hotel podía oír a la policía y el ejército disparar a una multitud compuesta de hombres, mujeres y niños que habían izado la bandera de Papúa Occidental, que estaba prohibida.
Un testigo visual contó al señor Kirksey que había visto a soldados cargando los cuerpos de los manifestantes muertos y moribundos en camiones. Barcos de la marina se llevaron a los supervivientes y los tiraron por la borda. En las semanas siguientes, 32 cuerpos llegaron a la orilla, algunos sin cabezas, manos o genitales.
En ese momento Survival se hizo eco de la masacre, pero los medios de comunicación mundiales prestaron escasa atención y, a pesar del llamamiento internacional a la justicia, nunca hubo una investigación oficial y ningún soldado fue procesado.
El congresista Eni Faleomavaega, que presidió la vista, dijo: “Es un hecho incuestionable que Indonesia ha cometido crímenes contra la humanidad deliberada y sistemáticamente, y que aún tienen que exigírsele responsabilidades”.
En julio de este año, 50 miembros del Congreso escribieron al presidente Obama declarando que había graves indicios de que el Gobierno indonesio es culpable de genocidio contra los papúes. También pedían al presidente que “hiciera de Papúa una de las más altas prioridades de la Administración”.