Brasil: la presidencia de Lula cumple 100 días
Con motivo de los 100 primeros días de mandato del Presidente Lula (el 10 de abril), Survival International difunde la siguiente declaración:
La toma de posesión de Luiz Inácio Lula da Silva como Presidente de Brasil en enero de 2023 supuso, cuanto menos, cierto alivio y un rayo de esperanza para todas las personas y colectivos implicados en la lucha por los derechos de los pueblos indígenas, Survival International entre ellos. Mientras mucha gente todavía lloraba la muerte de amigos y aliados indígenas, víctimas de cuatro años brutales del régimen de Bolsonaro, el movimiento indígena se mostró igual de firme y decidido que siempre, así como esperanzado de que se iba a revertir la abrumadora oleada de invasiones y ataques.
Cuando se cumplen los primeros 100 días de la presidencia de Lula, esta esperanza se ha visto reforzada por acciones positivas como la operación gubernamental para expulsar a los buscadores de oro del territorio yanomami; la renovación de las Ordenanzas de Protección Territorial de las tierras pendientes de demarcar de algunos pueblos indígenas no contactados; y los históricos nombramientos de Joenia Wapichana y Sonia Guajajara, las primeras mujeres indígenas en asumir la dirección de la FUNAI y un ministerio del Gobierno brasileño, respectivamente, así como la elección de la indígena Célia Xakriabá al parlamento federal.
Esta esperanza se ve mitigada por una valoración sensata de los inmensos desafíos que aún hay que superar para que los pueblos indígenas de Brasil consigan la justicia y la paz que reclaman, y a las que tienen derecho. Lo conseguido hasta ahora es un comienzo prometedor y marca un cambio drástico con respecto a la persecución genocida de los años de Bolsonaro. Sin embargo, ahora viene el duro trabajo de asegurar que este cambio de política y de perspectiva se traduzca en la defensa de los derechos territoriales de los pueblos indígenas, de manera que estos puedan sobrevivir y vivir como elijan.
Por todo ello, Survival hace un llamamiento al Gobierno del Presidente Lula para priorizar lo siguiente:
- Reconocer los derechos territoriales: el Gobierno de Lula tendrá que seguir mostrando voluntad política y firmeza para demarcar y proteger los territorios indígenas frente a la oposición, probablemente feroz, en el Congreso.
- Resolver la crisis yanomami: la operación ejemplar en territorio yanomami debe proseguir hasta la expulsión total de todos los mineros; el territorio debe protegerse de forma permanente; los instigadores criminales que mueven los hilos del comercio ilegal de oro deben ser juzgados; y es preciso facilitar recursos necesarios y duraderos para afrontar los problemas de salud.
- Proteger las tierras de los pueblos indígenas no contactados frente a las invasiones: los territorios de muchos pueblos indígenas sin contactar siguen estando ocupados por madereros y terratenientes agrícolas y ganaderos, como en el territorio de los jacareúba/katawixi, donde la deforestación se duplicó el año pasado. Se precisan planes dotados de financiación suficiente para proteger esta tierra, tanto legalmente como en la práctica.
- Afrontar la violencia: hay que combatir activamente los niveles persistentes de violencia contra los pueblos indígenas y sus aliados. Es preciso investigar a fondo a los agresores y llevarlos ante la justicia, incluidos los asesinos de Paulo Paulino Guajajara, Ari Uru Eu Wau Wau, Vitor Fernandes Guarani, Márcio Moreira Guarani, Bruno Pereira y Dom Philips, y muchos más.
- Abolir la legislación antindígena: muchas de las medidas legislativas extremistas de Bolsonaro contra los indígenas siguen siendo una amenaza. Por ejemplo, el Gobierno debe asegurar el rechazo de la ley PL490, que contempla todo un abanico de medidas antindígenas extremas.
- Apoyar la recuperación de tierras: algunos pueblos, como el guaraní, solo han recuperado una parte muy pequeña de sus tierras ancestrales. Este es uno de los peores conflictos territoriales del país, con el asesinato regular de líderes y unas tasas de suicidio sumamente elevadas. Necesitan apoyo frente a las ricas y poderosas empresas agroindustriales que ocupan sus tierras y los atacan cuando tratan de recuperar alguna pequeña parte de su territorio. Es preciso demarcar sus tierras y rechazar la trampa del Marco Temporal.
Los próximos cuatro años representan la mejor oportunidad en mucho tiempo para resolver decenas de reclamaciones de tierras indígenas por todo Brasil. El reconocimiento y la debida protección de todos los territorios indígenas del país constituye, de lejos, el paso más importante para conseguir por fin un poco de justicia para los pueblos originarios de Brasil. El movimiento indígena y sus aliados en todo el mundo, como Survival, están decididos a seguir presionando hasta conseguirlo.