Brasil: Líder indígena advierte de que la Covid-19 podría llegar a una tribu no contactada

8 septiembre 2020

Asentamiento de indígenas no contactados, Valle de Javari, Brasil, 2011. © Peetsa/FUNAI/CGIIRC Archive

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Un líder amazónico indígena ha enviado una alerta urgente advirtiendo de que el coronavirus podría infectar a una tribu no contactada conocida como los “Flecheiros” o Gente de las Flechas, con consecuencias letales.

Kura, del pueblo indígena kanamari, dice que el coronavirus se ha extendido por el Valle del Javari, el segundo territorio indígena más grande de Brasil con la mayor concentración de tribus no contactadas del mundo.

Al menos una persona ha muerto de Covid-19 en la comunidad hobana situada en el interior del Valle del Javari, a tan solo 16km de una comunidad flecheira no contactada.

En un mensaje en video enviado a Survival, Kura dice: “Estamos muy preocupados por nuestros parientes aislados”, y que el virus se ha extendido porque “el estado brasileño es irresponsable” y “no hay transparencia”

Pide que las autoridades monten controles sanitarios en el Valle del Javari para saber quién entra y quién sale, para detener la propagación del coronavirus y controlar el territorio para prevenir invasiones ilegales de madereros, mineros y cazadores furtivos.

Un caso de Covid-19 ha sido confirmado en una comunidad marubo en el río Ituí, en el corazón del Valle del Javari, que está cerca de otra comunidad no contactada atemorizada por el alto riesgo de contraer el coronavirus.

© Fiona Watson/Survival

Los pueblos indígenas no contactados son extremadamente vulnerables a enfermedades transmitidas por foráneos como la gripe, la tuberculosis y el sarampión al no haber desarrollado inmunidad frente a ellas. En el pasado, muchas tribus han sufrido pérdidas catastróficas de población y algunas se han extinguido por epidemias letales introducidas por extranjeros.

Un juez del Tribunal Supremo dictaminó el 5 de agosto que el Gobierno debía elaborar un plan completo y detallado en 30 días para abordar la pandemia y prevenir la propagación a territorios indígenas. El juez Barroso reconoció la gran vulnerabilidad de tribus aisladas y recientemente contactadas y ordenó al Gobierno establecer controles sanitarios en los territorios donde viven.

También decretó que las autoridades deben expulsar a todos los invasores ilegales de los territorios indígenas, aunque sin establecer un marco temporal.

El caso fue presentado por APIB , la coordinadora de organizaciones indígenas de Brasil, y varios partidos de la oposición.

Ricardo Lopes Dias, el polémico coordinador evangélico de la unidad a cargo de indígenas no contactados de FUNAI, el departamento gubernamental para asuntos indígenas, permanece en su puesto. En mayo un juez decretó que debía ser cesado, manifestando que su historial evangélico representaba “un claro conflicto de intereses” y un “gran riesgo para la política de no forzar el contacto con [indígenas no contactados]… y el principio de autodeterminación”.

Sin embargo, FUNAI recurrió el fallo y en junio un tribunal dictaminó que no había conflicto de intereses. Fiscales públicos han recurrido, y el caso está pendiente de audiencia en un tribunal superior.

Una familia indígena kanamari de la comunidad de São Luis en el territorio del Valle de Javari. © Ricardo Lopes Dias

Mientras tanto, Ricardo Lopes Dias ha despedido a personal de campo experimentado que trabajaba en la protección de los pueblos indígenas no contactados y sus territorios, y ha anunciado un curso de antropología para personal nuevo.

Este será impartido por antropólogos y otros académicos, algunos vinculados a organizaciones religiosas como Atini, organización evangélica de la que Damares Alves es cofundadora. Alves es la polémica pastora evangélica que Bolsonaro hizo ministra de la Mujer, Familia y Derechos Humanos. Ha expresado su deseo de contactar con pueblos indígenas aislados contraviniendo la política de FUNAI de no contactar.

Los recortes del Gobierno al presupuesto de FUNAI y SESAI (Secretaría Especial de Salud Indígena), junto a su caótica y negligente respuesta a la pandemia entre los pueblos indígenas, ha forzado a muchas comunidades a tomar medidas por su cuenta para protegerse del coronavirus y reunir fondos para medicinas y equipamiento.

Increíblemente, FUNAI planea gastar 43.000 dólares americanos en el nuevo curso, inversión que solo bastaría para financiar un único puesto de protección para los pueblos indígenas aislados. Si se aprueba el gasto, Ricardo Lopes se embolsará personalmente 14.000 dólares.

Actúa para ayudar a los pueblos indígenas aislados de Brasil #StopBrazilsGenocide

Indígenas aislados de Brasil
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